Orientaciones para los que tienen sobrepeso  Temor natural Una noche, cuando conducía mi programa de sexo y sexualidad por radio Universitar...

7:46 by UPEA en la ciudad de El Alto
Orientaciones para los que tienen sobrepeso 

Temor natural
Una noche, cuando conducía mi programa de sexo y sexualidad por radio Universitaria 87.9, un oyente llamó para decirme que no me olvide de los gorditos. A pedido de ellos escribo este artículo.

Para muchas personas con exceso de peso, el sexo supone un problema. 

Miedo al rechazo, a no cumplir con las expectativas de la pareja, a no gustar físicamente. Y lo curioso es que muchos se sienten atraídos por los gordos y las gordas. 

Basta ver la cantidad de páginas web de alto voltaje sexual con este tipo de sexualidad. Sin embargo, los sentimientos negativos que sienten hacia sí mismas las personas gordas pueden influir en su libido, llevándoles a incorporar a su vida comportamientos antieróticos, llegando incluso a ocultar su cuerpo bajo la ropa o en la oscuridad mientras tienen relaciones sexuales.

No reconoce género
Esta situación afecta por igual a hombres y mujeres, al punto de abandonar cualquier tipo de interés por el sexo opuesto. 

Que conste que estamos hablando de personas con problemas de obesidad real, no barriguitas cerveceras o unos simples kilitos de más. 

Es necesario aclarar que a las personas no obesas y con ‘barriguita’ pronunciada, les afecta el realizar el sexo con placer, porque no buscan la posición mas adecuada que les agrade y les produzca orgasmo fantástico.

Se cree que los obesos y obesas tienen menos oportunidades para hallar parejas sexuales que les encuentren atractivas, debido a los prejuicios culturales negativos. 

Cuestión de oportunidad
Más que falta de deseo sexual, su mayor problema radica en la falta de oportunidades. 

Sin embargo, a pesar de tan negro panorama, lo cierto es que los obesos también pueden tener vida sexual feliz. 

Es más, se ha podido constatar que algunos obesos son extremadamente sexuales y mucho más activos que los que no tienen sobrepeso. 

Cuando coinciden un varón y una mujer con similares características morfológicas, la verdad es que suelen ser muy imaginativos e ingeniosos a la hora de encontrar posturas sexuales cómodas y satisfactorias, consiguiendo minimizar los posibles obstáculos ocasionados por su gran tamaño. 

Me remito a la frase referida “gordito pero sabroso” y viceversa. 

Es más, hay una serie de posturas sexuales que suelen ser utilizadas de manera recurrente por las personas obesas a la hora de tener relaciones sexuales. 

Hay que tener en cuenta que cuando se trata de una pareja de obesos, la clásica postura del misionero suele ser casi difícil pero no imposible de realizar, porque las barrigas impiden que los órganos sexuales entren en contacto a profundidad en la penetración y como es debido. 

El kamasutra para personas obesas recomienda el uso de cojines para levantar la pelvis y, por último, explorar al máximo la mejor posición o postura que les produzca placer en el juego erótico. Ese afán de buscar buena pose se hará más agradable y beneficioso para ambos.

Posiciones recomedadas
El misionero. No conviene si él es muy gordo, porque el tamaño de su barriga puede impedir el coito. 

Además, con su peso puede incomodar a la mujer. Aunque es difícil pero no imposible. Si ella es muy obesa, unas almohadas en sus nalgas pueden servir para elevar su pelvis y cadera y así facilitar la penetración a profundidad, claro con la ayuda de ella elevando sus caderas de arriba abajo ayudará a su pareja en las emboladas. 

Mujer arriba. Posición altamente indicada. Permite una penetración más profunda y un mayor placer para ambos, ella busca el placer y permanece con el placer. 

Mujer arriba de espaldas. Aconsejada si ambos tienen barrigas prominentes, ya que al estar ella mirando los pies de él, no hay contacto entre los abdómenes y puede disfrutar de una penetración tipo avión que estimula fuertemente el punto G. 

El perrito. La mejor para parejas obesas. Ella tiene que lograr la máxima elevación para facilitar la penetración. Si a él le incomoda su barriga, puede usar sus manos para acomodarla y que no obstruya la penetración.

La cuchara. Consiste en tumbarse de lado, de manera que el hombre se sitúe detrás de la mujer, la cual se coloca en posición fetal con las rodillas flexionadas, de manera que ambos estén cómodamente tumbados y puedan disfrutar de una penetración profunda y satisfactoria.

¡Y a disfrutar del sexo, gorditos y gorditas!

Los puntos g de los hombres

Recientes publicaciones aportan luz sobre varios puntos G de los hombres.

El primer punto G masculino se ubica entre el labio inferior y la barbilla, justo en ese hoyito que suele pasar desapercibido. En él hay que detenerse con caricias y besos de todo tipo.

El segundo es la nuez de Adán que, además de ser uno de los rasgos más notables de diferencia sexual entre hombres y mujeres, es muy sensible a los besos húmedos y los roces delicados con el más erógeno de los órganos humanos: la piel.

El tercero se esconde bajo el hueso del tobillo y tiene unas profundas e insospechadas conexiones directas con los órganos sexuales masculinos.

El cuarto es bien visible, pero sufre de prejuicios. Se trata de las tetillas. Los pezones de los hombres son tan sensibles como los de las mujeres, pero no pocos piensan que responder a los estímulos en estas zonas, igual que en el ano, las nalgas, o la próstata compromete su masculinidad. 


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