La forma de plantear determinadas preguntas censales no es neutra, persigue una intencionalidad.
La pregunta 29 de la actual boleta censal, que dice: “Como boliviana o boliviano, ¿pertenece a alguna nación o pueblo indígena originario campesino o afroboliviano? ¿A cuál?”, no es neutra. Esta afirmación se evidencia con un ejercicio aplicado en las ciudades de El Alto (UPEA), Potosí y Tarija; auspiciado por la Fundación de Apoyo al Parlamento y a la Participación Ciudadana (Fundappac), para debatir el estado en que se encuentra el operativo censal.
En el marco de este operativo, antes de una conferencia en la Universidad Pública de El Alto (UPEA), formulé a los participantes la siguiente pregunta: “Usted se considera una persona mestiza, indígena, negra, originaria, otra, no responde”. Ejercicio que se repitió en las otras dos ciudades mencionadas. En los tres casos, más del 60% de la población se declara mestiza: en El Alto-UPEA 67,1%; en Potosí, 60,9%, y en Tarija 95,2%.
Inmediatamente después se formuló la interrogante que está en la pregunta 29 del censo. ¿Cuáles fueron los resultados? En El Alto-UPEA, el 55,4% se declaró aymara y el 33,9% respondió no pertenecen a ninguna nación indígena originaria. En Potosí, 48,9% declaró no pertenecer a ninguna nación indígena y el 35,6% se identificó como quechua. En Tarija, un elevado porcentaje (77,1%) respondió no pertenecer a ninguna nación indígena y un poco más del 8% aseguró tener “otra pertenencia”.
¿Qué conclusión se saca de este ejercicio? Pues que la forma de plantear determinadas preguntas en general; y específicamente la pregunta 29 de la boleta censal 2012, no es neutra y persigue una intencionalidad. Lo cierto es que si entre las alternativas de respuestas cerradas no se encuentra la asignación “mestizo”, obviamente que no habrá respuestas de este tipo. Y por el contrario, si sólo cabe en las alternativas de respuesta la pertenencia étnica indígena, sólo se recogerá respuestas de este tipo.
La pregunta 29 de la boleta censal 2012 permite anotar en forma abierta la respuesta del empadronado. Pero por la forma cómo está planteada, no hay posibilidad de responder mestizo. Quienes responderemos de esta manera cuando llegue el empadronador, seremos cuidadosos de que el agente censal escriba nuestra declaración, aunque posteriormente el Instituto Nacional de Estadística (INE) podrá hacer lo que quiera con esa respuesta —según declaraciones del Director del INE (Erbol 06.11.12), quienes respondan con la identificación de mestizo pasarán a ser una “anécdota”. ¿Habrá querido decir que lo de “mestizo” es un cuento entretenido, un suceso curioso, irrelevante, sin importancia? Porque es esa la definición de anécdota—.
Volviendo a las cifras recogidas. Cuando se consolidaron los tres casos de estudio, más del 70% se declaró mestizo. Y esto porque está visible tal asignación o categoría. En cambio, cuando no lo está, como en el caso de la pregunta 29, el 42,7% se declara que no pertenece a ninguna etnicidad; 38,7% dice ser aymara y 7,3%, quechua. Si siete de cada diez personas se declaran mestizas, una de las debilidades de la boleta censal es que los ignora. Por tanto, la gran mayoría boliviana estará excluida por la pregunta 29, como si no tuviéramos identidad ni derechos. El censo es un operativo técnico y el INE, un instituto independiente, pero como estamos viendo, parece imposible sustraerse de los mandatos del Ejecutivo.
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